La FDI logra dar con el escondite de Los Carcamales y nuevamente los toma detenidos. En su trayecto a la prisión, Ascanio se infiltra en el furgón policial y los libera. Los Carcamales saben que ahora tendrán tan solo una oportunidad más para desenmascarar la red de corrupción y comienzan a planificar su última jugada.









